La mayoría de colegios ha respondido a la situación originada por Covid con agresivas estrategias de descuentos, que ya antes eran herramienta común de las Áreas de Admisiones de los colegios, como medio para inscribir alumnos.
Una herramienta de alto riesgo. Una cosa es apoyar a las familias del colegio; otra es bajar precios con el fin de ser más atractivos que la competencia.
La pandemia, desde un enfoque de mercado, presenta situaciones no previstas. Muchos padres encontraron que ya no les gusta tanto su colegio, exploraron otras opciones durante el encierro, e incluso se dieron cuenta que no es descabellado cambiar de colegio en años intermedios; para bien o para mal.
Entonces, simplificando un poco, sucedió lo siguiente. El padre que tenía un colegio de 12 mil al mes decide ir a un colegio de $9 mil. Y el que iba a uno de $9 mil opta por uno de $6 mil. "Todos perdemos", se dice; aunque se suele pasar por alto que el colegio de menor precio se ve favorecido por una situación externa, la cual debería aprovechar desde un enfoque comercial.
Adicional a lo anterior, también sucede que el padre que anhelaba un colegio de $12 mil -por el prestigio- pero pagaba otro de $9 mil, visualiza una oportunidad para -por fin- ingresar a un colegio más caro a un precio accesible. Es decir, el mercado experimenta cambios, acorde a la situación actual. Todo esto se escucha lógico; no lo ha sido tanto, en la práctica.
La respuesta corta a la pregunta inicial: No, muchos colegios ganaron alumnos.
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